LA
TARTAMUDEZ: EN QUE CONSITE Y CUAL ES SU CAUSA.
Es frecuente encontrar a padres que se plantean la necesidad de acudir a un especialista cuando detectan que su hijo tiene falta de fluidez a la hora de hablar, por esta razón, trataré de aclarar en que casos existe la necesidad de hacerlo y cual es la mejor actitud por parte de los padres cuando se empieza a detectar una falta de fluidez en el habla de nuestros hijos ya que en gran medida podríamos reforzar el afianzamiento de este problema y agravarlo. Para ello, definiré en que consiste la tartamudez, cuales son las causas que la provocan y en que casos es necesaria la intervención de un especialista.
Según los Criterios
diagnósticos del DSM-V el tartamudeo consiste en:
A) Una
alteración de la fluidez y de la organización temporal normal del habla,
inadecuadas para la edad del sujeto y caracterizada por ocurrencias frecuentes
de uno o más de los siguientes síntomas:
1. Repeticiones
de sonidos y sílabas.
2. Prolongaciones
de sonidos.
3. Interjecciones.
4. Palabras
fragmentadas.
5. Bloqueos
audibles o silenciosos.
6. Circunloquios
o sustituciones de palabras para evitar palabras problemáticas.
7. Palabras
producidas con un exceso de tensión física.
8. Repeticiones
de palabras monosilábicas.
B) La
alteración de la fluidez interfiere con el rendimiento académicos o laboral o
con la comunicación social.
C) Si
hay un déficit sensorial o motor del habla, las dificultades del habla exceden
a las habitualmente asociadas a estos problemas.
Existen
tres tipos de tartamudeo: repeticiones, bloqueos y prolongaciones.
Lo
más importante, entre un 75%-80% de los casos en población infantil remiten sin
intervención profesional .
Las
causas del tartamudeo pueden ser varias y coexistir varias de ellas a la vez:
1.
Periodo
evolutivo: de 2 a 5 años es un tartamudeo
evolutivo y por lo tanto normal y esperable, si en es periodo ocurren problemas
como un exceso de atención o preocupación de los padres, puede iniciarse un
problema de tartamudeo.
2.
Factores
biológicos.
3.
Coordinación
muscular: el habla implica una finísima
coordinación en tres áreas musculares: 1. Respiratoria, 2. La de los músculos
que controlan la emisión de la voz especialmente la laringe, y 3) la de la
lengua, labios y mandíbula. La falta de coordinación en el movimiento de estos
músculos presenta una condición predisponente para el desarrollo de un problema
de tartamudeo.
4.
Factores
emocionales: Las respuestas de ansiedad interfieren
con la coordinación muscular fina del habla, por lo que contribuye, de manera
importante, al mantenimiento del problema.
5.
Influencia
de los padres: si ellos sobrerreaccionan a su habla no
fluida durante el período de tartamudeo evolutivo y le prestan especial
atención, es posible que, por atraer, llamar o mantener su atención, el niño
aprenda a hablar con un patrón de tartamudeo que más adelante ya no puede superar
por sí solo.
De todo lo anteriormente expuesto tendremos en cuenta que la asistencia a un especialista en casos de tartamudeo infantil dependerá de la edad del niño, siendo a partir de los cinco años cuando debemos intervenir. Es importante hacerlo a partir de esta edad con objeto de solucionar cuanto antes este problema y evitar que pueda influir en su autoestima, relaciones sociales, y resultados académicos o laborales.
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