miércoles, 22 de marzo de 2017

TERAPIA DE INTERACIÓN FAMILIAR


Los padres deberían adquirir una competencia general, en cuanto al manejo de contingencias, para analizar y dar respuesta a los problemas de conducta de sus hijos.

En la evolución histórica de la psicoterapia infantil, se ha pasado de realizar el trabajo sólo con los niños y en el contexto artificial de la clínica, lo que parecía mostrar una escasa eficacia, al entrenamiento de padres como alternativa terapéutica para el tratamiento de los problemas de conducta de los niños.

Este cambio viene respaldado por: a) la posición ambientalista de los enfoques conductuales, unido al hecho de que generalmente son los padres de los sujetos quienes cuentan con una mayor probabilidad de ejercer un control directo e inmediato sobre las contingencias de refuerzo responsables de la génesis, desarrollo y/o mantenimiento de la mayor parte del comportamiento problemático de los hijos.; b) el interés por diseñar intervenciones replicables y fácilmente aplicables por paraprofesionales c) incremento progresivo de la confianza en las respuestas de autocontrol como medio para cambiar el comportamiento.

En la actualidad la psicología conductual comunitaria, más que resolver los problemas manifestados por los niños se encarga de entrenar a los padres para desempeñar total o parcialmente ese papel, dado que se supone que los padres que  conozcan los principios del aprendizaje social y que hayan sido capaces de modificar con éxito alguna conducta específica durante el periodo de entrenamiento, también serán capaces de diseñar programas eficaces para modificar conductas problemas que aparezcan en el futuro.



La intervención familiar se define como un proceso terapéutico que ayuda a modificar el malestar psicológico de los individuos poniendo como objetivo sus relaciones interpersonales dentro de la familia.

A continuación expongo algunas de las estrategias que estos programas aportan, el rango de edad en el que se suelen utilizar y su aplicación.


TIPO DE ESTRATEGIA
DESCRIPCIÓN
EDAD RECOMENDADA
APLICACIONES
Pasando tiempo de calidad en compañía de los hijos
Implica pasar frecuentes períodos de tiempo ininterrumpido (de 30 segundos a 3 minutos) inmersos en la actividad preferida por el niño.
Todas las edades
Transmite interés y cariño hacia el niño; proporciona oportunidades para que el niño cuente cosas de sí mismo (autorrevelación) y practique las habilidades de conversación.
Fomentar la conducta deseable.
Proporcionar atención positiva contingente después de comportamientos prosociales o de otras conductas apropiadas.
Todas las edades
Hablar con un tono de voz agradable, jugar de forma cooperadora, compartir, leer, estar de acuerdo.
Dar gran cantidad de afecto físico.
Proporcionar atención positiva contingente después de comportamientos prosociales o de otras conductas apropiadas.
Todas las edades
Abrazar, tocar, apretar, hacer cosquillas, coger en brazos besar, hacer mimos.
Conversar con los niños.
Breves conversaciones con los hijos sobre una actividad o interés del niño.
Todas las edades.
Habilidades sociales, conversacionales y de vocabulario.
Utilización del aprendizaje incidental.
Emplear una serie de incitaciones graduadas para responder a las interacciones habladas iniciadas por el niño.
Todas las edades
Balbuceos del lenguaje, solución de problemas, capacidad cognitiva.
Plantear un buen ejemplo por medio del modelado.
Proporcionar al niño una demostración de la conducta deseable por medio del empleo del modelado parental.
Todas las edades
Habilidades sociales, habilidades de autoayuda, habilidades de autocontrol.
Fomento de la independencia por medio de “pregunta, dilo, hazlo”.

Utilización de incitaciones verbales, gestuales y manuales para enseñar a los niños habilidades de cuidado de ellos mismos.
De 3 a 12 años
Habilidades del cuidado de sí mismo (limpiarse los dientes, hacer la cama, ordenar las cosas).
Proporcionar actividades para que los niños se impliquen en ellas.
Implica arreglar el ambiente social y físico del niño con personas, objetos, materiales y juguetes apropiados a la edad.
Todas las edades.
Juegos de mesa, papel, pinturas, lápices, cintas de audio, libros, juguetes de construcción, balones, etc.
Establecer reglas básicas claras.
Negociar por adelantado un conjunto de reglas justas, específicas y aceptables que se apliquen en situaciones concretas.
De 3 a 12 años.
Ver la televisión, salir de compras, visitar familiares, salir en coche.
Discusión dirigida.
Identificar la conducta problema, identificar una alternativa y ensayar la conducta correcta contingente a la situación en que se rompen las reglas.
De 3 a 12 años.
Dejar la mochila escolar en el suelo de la cocina, dejar la mesa desordenada, pasear por la casa con las botas llenas de barro.
Gráficos de buena conducta.
Proporcionar atención social y recompensas contingentes con la realización de la conducta deseada (o la ausencia de conducta indeseada)
De 2 a 12 años
Hacer las tareas para casa, no decir tacos, ni mentir, ni robar, ni tener pataletas, jugar de forma cooperadora, hablar tranquilamente cuando se piden cosas.
Consecuencias lógicas
Proporcionar una consecuencia específica que implique, bien la retirada de una actividad al niño o bien la retirada del niño de una actividad.
De 2 a 12 años
Dejar la bicicleta en medio de la calle, juguetes en medio del pasillo, pelearse por ver programas de televisión.
Tiempo de calma.
Implica colocar a un niño en una silla en el mismo ambiente que otros miembros de la familia durante un período de tiempo específico de forma contingente a una conducta problema.
De 18 meses a 10 años.
Comportamiento agresivo, pataletas graves.
Tiempo fuera.
Colocar a un niño en un área que esté apartada de los otros miembros de la familia durante un período de tiempo específico de forma contingente con una conducta problema.
De 2 a 12 años.
Chillar, explosión de genio, lloriquear, exigir, golpear, desobediencia.
Ignorar de manera planificada.
Retirada de la atención mientras continúen problemas pequeños de conducta.
De 1 a 7 años
Contestar, protestar después de una consecuencia, llorar y gritar.
Actividades planificadas
Proporcionar actividades que les tengan ocupados en situaciones específicas de alto riesgo.
Todas las edades.
Situaciones conflictivas fuera de casa (por ejemplo, ir de compras, ir de visitas, viajar en un coche, en un autobús, en un tren.

Con esta capacitación conseguiremos que los padres sean capaces de:
- Reforzar el comportamiento infantil adecuado.
- Analizar funcionalmente el comportamiento infantil y parental.
- Diferenciar comportamientos infantiles inadecuados por déficit y por exceso.
- Actuar ante los comportamientos inadecuados por déficit: enseñar, reforzar, hacer junto con el niño.
- Ignorar el comportamiento inapropiado por exceso que esté mantenido por la atención parental (excepto aquellos que sean peligrosos o destructivos): a) no mirar al niño no reírse, no fruncir la frente, etc; b) quedarse en silencio; c) ignorar todas las veces; d) saber que el comportamiento podrá ser más frecuente al principio.
- Proporcionar consecuencias aversivas adecuadas al comportamiento infantil inapropiado que no esté siendo mantenido por la atención parental.
- No criticar al niño.
- Aplicar procedimientos de solución de problemas.



Conocer los principios del aprendizaje social es el comienzo para prevenir  las conductas problemas  en nuestros hijos en el futuro.