miércoles, 29 de noviembre de 2017

TÉCNICAS DE ESTUDIO: EL MÉTODO


EL MÉTODO


CUESTIONES A TENER EN CUENTA:

u LA MATERIA.

u LOS MEDIOS O RECURSOS DISPONIBLES.

u LA SELECCIÓN DE LOS PROCEDIMIENTOS MÁS ADECUEADOS SEGÚN LO QUE DESEAMOS CONSEGUIR.

u EL ORDEN PARA LLEGAR AL OBJETIVO CON EL MAYOR AHORRO DE ESFUERZO Y UN ALTO RENDIMIENTO.

u EL TIEMPO QUE MARCARÁ EL RITMO Y LA DEDICACIÓN AL TRABAJO.

 MÉTODOS DE ESTUDIO
MÉTODO CLÁSICO:
ANÁLISIS: de cada una de las partes a estudiar.
SÍNTESIS: contemplar lo básico de cada partes para elevarnos al todo.
INDUCCIÓN: dirigir el pensamiento de lo singular o particular a lo universal.
DEDUCCIÓN: para acceder de lo universal a lo particular.
MÉTODO DIDÁCTICO:
  De lo más fácil a lo más difícil.
  De lo más simple a los más complicado.
  De lo concreto a lo abstracto.
  De lo cercano e inmediato a lo más remoto.
  De lo más conocido a lo menos conocido. 
u MÉTODO PROPIO: RECOMENDACIONES:
ORGANIZACIÓN DEL MATERIAL DE TRABAJO, UN SITIO PARA CADA COSA.
DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO DE FORMA FLEXIBLE, CONTANDO CON QUE SE PUEDAN EFECTUAR ALTERACIONES O CAMBIOS POR IMPREVISTOS.
TENER EN CUENTA LAS DIFICULTADES DE CADA MATERIA.
AVERIGUAR EL RITMO DEL TRABAJO PERSONAL.
 SER REALISTA Y VALORAR LA CAPACIDAD DE COMPRENSIÓN Y MEMORIA, Y LAS DIFICULTADES QUE PUEDA TENER EL APRENDIZAJE.
PROCEDIMIENTO PRÁCTICO.
u RETIRAR DE LA MESA TODO LO QUE PUEDA DISTRAERME O ESTORBARME.
u EXAMINAR LOS TRABAJOS A REALIZAR.
u CALCULAR EL TIEMPO QUE PUEDO TARDAR EN CADA UNO.
u COMENZAR POR LOS TRABAJOS MÁS DIFÍCILES.
u MEMORIZAR LOS DATOS, ENTENDERLOS Y FIJARLOS.
u NO ESTUDIAR MATERIAS QUE PUEDAN INTERFERIRSE, POR EJEMPLO VOCABULARIO DE INGLÉS Y A CONTINUACIÓN VOCABULARIO DE ALEMÁN.
u PROCURAR RELACIONAR ESTUDIOS O ASPECTOS SEMEJANTES DE UNA MISMA CUESTION.
 
MÉTODO ROBINSON
u EXPLORAR: indagar sobre los fines que han llevado al autor a escribirlo, ojeada rápida sobre elementos y contenidos generales.
u PREGUNTAR: haciéndonos preguntas que el autor no haya respondido. Actitud crítica y activa.
u LEER: analizar y saber resumir, diferenciar lo esencial de lo accesorio.
u RECITAR: al final de cada capítulo o apartado importante, hemos de estar en condiciones de saber contarnos una síntesis de lo leído. Esto potenciará nuestra memoria y atención y mantiene despierto nuestro interés. Nos permite descubrir errores.
u REPASAR: no es una técnica que debamos utilizar solamente en exámenes, sino siempre que estemos interesados en aprender.

martes, 21 de noviembre de 2017

MI HIJO SE BLOQUEA AL HABLAR,¿ DEBO ACUDIR A UN ESPECIALISTA?




LA TARTAMUDEZ: EN QUE CONSITE Y CUAL ES SU CAUSA.

Es frecuente encontrar a padres que se plantean la necesidad de acudir a un especialista cuando detectan que su hijo tiene falta de fluidez a la hora de hablar, por esta razón, trataré de aclarar en que casos existe la necesidad de hacerlo y cual es la mejor actitud por parte de los padres cuando se empieza a detectar una falta de fluidez en el habla de nuestros hijos ya que en gran medida podríamos reforzar el afianzamiento de este problema y agravarlo. Para ello, definiré en que consiste la tartamudez, cuales son las causas que la provocan y en que casos es necesaria la intervención de un especialista. 
Según los Criterios diagnósticos del DSM-V el tartamudeo consiste en: 

A)     Una alteración de la fluidez y de la organización temporal normal del habla, inadecuadas para la edad del sujeto y caracterizada por ocurrencias frecuentes de uno o más de los siguientes síntomas:

1.      Repeticiones de sonidos y sílabas.

2.      Prolongaciones de sonidos.

3.      Interjecciones.

4.      Palabras fragmentadas.

5.      Bloqueos audibles o silenciosos.

6.      Circunloquios o sustituciones de palabras para evitar palabras problemáticas.

7.      Palabras producidas con un exceso de tensión física.

8.      Repeticiones de palabras monosilábicas.

 B)     La alteración de la fluidez interfiere con el rendimiento académicos o laboral o con la comunicación social.

C)    Si hay un déficit sensorial o motor del habla, las dificultades del habla exceden a las habitualmente asociadas a estos problemas.
 
Existen tres tipos de tartamudeo: repeticiones, bloqueos y prolongaciones.

Lo más importante, entre un 75%-80% de los casos en población infantil remiten sin intervención profesional . 

Las causas del tartamudeo pueden ser varias y coexistir varias de ellas a la vez:


1.      Periodo evolutivo: de 2 a 5 años es un tartamudeo evolutivo y por lo tanto normal y esperable, si en es periodo ocurren problemas como un exceso de atención o preocupación de los padres, puede iniciarse un problema de tartamudeo.

2.      Factores biológicos.

3.      Coordinación muscular: el habla implica una finísima coordinación en tres áreas musculares: 1. Respiratoria, 2. La de los músculos que controlan la emisión de la voz especialmente la laringe, y 3) la de la lengua, labios y mandíbula. La falta de coordinación en el movimiento de estos músculos presenta una condición predisponente para el desarrollo de un problema de tartamudeo.

4.      Factores emocionales: Las respuestas de ansiedad interfieren con la coordinación muscular fina del habla, por lo que contribuye, de manera importante, al mantenimiento del problema.

5.      Influencia de los padres: si ellos sobrerreaccionan a su habla no fluida durante el período de tartamudeo evolutivo y le prestan especial atención, es posible que, por atraer, llamar o mantener su atención, el niño aprenda a hablar con un patrón de tartamudeo que más adelante ya no puede superar por sí solo. 
De todo lo anteriormente expuesto tendremos en cuenta que la asistencia a un especialista en casos de tartamudeo infantil dependerá de la edad del niño, siendo a partir de los cinco años cuando debemos intervenir. Es importante hacerlo a partir de esta edad con objeto de solucionar cuanto antes este problema y evitar que pueda influir en su autoestima, relaciones sociales, y resultados académicos o laborales.  

martes, 14 de noviembre de 2017

EL JUEGO COMO TERAPIA PSICOLÓGICA



Por medio del juego, el niño se relaciona con el mundo exterior , el terapeuta puede usarlo para romper la resistencia, como recurso interpersonal y para enseñar interacciones específicas.
Para enseñar al niño a seguir instrucciones, respetar turnos, tolerar mejor la frustración, controlar la impulsividad, permanecer en su lugar, mantener un comportamiento organizado, estrategias cognitivas, mantener la atención y la concentración, estar atento a  claves interpersonales para responder de modo socialmente adecuado. etc.

El Juego Estructurado:
Se caracteriza por sus reglas, normas, instrucciones y excepciones preestablecidas con claridad.
1. Juegos de mesa diseñados confines terapéuticos. La ventaja es que pueden ser utilizados en ambientes de espacios interiores y reducidos, en períodos de tiempo relativamente cortos, en el ambiente clínico y en el periodo de una sesión de terapia. Para abordar habilidades sociales y relaciones interpersonales, para lograr una adecuada expresión de emociones y sentimientos, fomentar el autocontrol, enseñar empatía, patrones de comportamiento adecuados, mejorar su atención, concentración y organización; con el fin de enseñar a los niños a afrontar sucesos traumáticos y trabajar problemas de autoestima.
2. Juegos de mesa no diseñados con fines terapéuticos: juegos populares como ajedrez, damas,
dominó, cartas.....
3. Juegos de salón o de campo: algunos ejemplos son el fútbol, el baloncesto,....
4. Juegos de ordenador.

El Juego No Estructurado:
1. El Juego no estructurado y no directivo, que requiere de un ambiente con muchos juguetes, de manera que el niño pueda elegir. Esto puede utilizarse fundamentalmente con fines evaluadores y diagnósticos, haciendo observaciones sistemáticas, no estructuradas inicialmente y, luego, operacionalizadas. Es poco probable que un enfoque no directivo se considere realmente de utilidad en las terapias cognitivo-conductuales.
2. El Juego no estructurado y directivo: una vez que el niño manifiesta temas de conflictos, de relaciones interpersonales, de distorsiones cognitivas u otros, el terapeuta puede reorientar el juego en una dirección terapéutica.
3. El juego espontáneo: proporciona la oportunidad para observar conductas, temas o argumentos de juego que pueden arrojar información diagnóstica y/o terapéutica adicional.

Uso Terapéutico de los Cuentos:
1. Cuentos Estructurados con Fines Terapéuticos: cuentos e historias en libros y víde3so con el objeto explicito de enseñar a los niños a lidiar diversos problemas.
2. Cuentos Estructurados No diseñados con Fines Terapéuticos: populares de la literatura infantil, utilizados y aprovechados con fines terapéuticos.
3. Cuentos Semiestructurados e Interactivos: en este tipo de cuentos, el terapeuta introduce algunos elementos y el niño otros, y juntos elaboran el cuento, incluyendo el tema, los personajes, el argumento, la dinámica, los conflictos y el desenlace. El terapeuta escucha la historia del niño y responde con otra similar que incluye una solución más saludable y estrategias más adaptativas
para resolver problemas, lo que permite moldear y modelar el pensamiento lógico, racional y positivo, así como proporcionar ideas y estrategias para resolver situaciones conflictivas.

martes, 24 de octubre de 2017

FIN A LAS RABIETAS



LAS RABIETAS


Las rabietas forman parte del desarrollo evolutivo del niño y aparecen en torno a los 2 años y hasta los 4, últimamente se adelantan apareciendo entre el año y media y hasta los 5 años. Su sentido se fundamenta en la integración de la norma y las ideas del otro.

Son más frecuentes a horas del día en las que los niños están cansados, se intensifican entre los dos y los tres años, para ir disminuyendo en intensidad poco a poco.

Es una de las conductas más consultadas y su intervención va dirigida a disminuir su frecuencia, duración e intensidad.

La terapia debe ir dirigida a cambiar las cogniciones de los adultos que cuidan del niño, pueden pensar “pobrecito” o “no puedo verlo llorar”. Y fisiológica, técnicas de relajación para no atender a estas conductas.

Las consecuencias negativas de la rabieta es que puedan llegar a convertirse en conductas desadaptativas según el condicionamiento operante y si son generadoras de conflictos.

Un mal manejo de las mismas puede conllevar la aparición de trastornos de conducta como son el trastorno oposicionista desafiante, o el trastorno de conducta antisocial.

Hay que diferenciar entre actitud de desobediencia propia de la edad y desarrollo evolutivo del niño, frente a la agresión como habilidad para la resolución de conflictos que puede constituir un problema para el futuro de la vida del menor.

Al decir que la conducta de desobediencia sea propia de la edad, no quiere decir que no podamos hacer nada desde casa.

La intervención siempre se hará con el niño, y fundamentalmente con los padres.

Entre los 2 y los 7 años, utilizamos la técnica de extinción, suprimiendo el refuerzo de una conducta previamente reforzada.

Por ejemplo, en las rabietas la atención de los padres suele ser el refuerzo que las mantiene, por lo que no deberemos atender a este comportamiento. El éxito solamente viene por la aplicación continuada de este método.


Protocolo de actuación en la Técnica de extinción.

Cada vez que aparece la rabieta: Ignorar este comportamiento y continuar haciendo lo que se estaba haciendo.

• Decirle al niño cómo les hace sentir su comportamiento: “Me estoy enfadando mucho”.

• Anunciar la conducta alternativa que se espere lleve a cabo: “Cuando te tranquilices, te atiendo”.

 • Retirarse de la situación y esperar un tiempo (aproximadamente un minuto por año). Si el niño mantiene su actitud, seguir con sus quehaceres o iniciar otra actividad sin atenderle (explicar que atender es hablarle, quedarnos mirándole, cogerle en brazos, dar un grito…).

 • Pasado este tiempo volver donde está el niño y decirle nuevamente qué se espera que haga: “cuando te tranquilices, te atiendo”.

 • Cuando se tranquilice, por mucho tiempo que haya estado llorando, hay que premiar la nueva conducta que será la alternativa “como me gusta que estés así, tranquilo, ahora podemos hablar”. Este es el momento del refuerzo. Por mucho que les enfade su comportamiento anterior, para que su esfuerzo sirva hay que olvidar el acontecimiento tan rápido como lo hacen los niños.

 • Si durante la rabieta lleva a cabo más conductas desadaptativas: lanzar cosas al suelo, golpear el mobiliario, dar patadas o insultar, no se atenderán hasta que el niño se calme, nunca durante el enfado. Eso sí, primero irán los besos y la celebración por “lo que les gusta verlo así de tranquilo”.

Existen factores de aprendizaje previo que pueden hacer más resistente la extinción de la conducta.

• Cuanto más tiempo lleve produciéndose, más difícil es su desaparición.

• Si cada vez que aparece la rabieta se refuerza el comportamiento, la disminución de su aparición e intensidad se complica.

 • Si se han producido intentos de solución, en concreto si los padres han intentado mantener su criterio pero acaban cediendo a veces sí y otras no (refuerzo intermitente) la resistencia de la conducta problema se ve muy incrementada.

 • Cuando no se ha reforzado o no se ha enseñado la conducta alternativa, más difícil es su instauración y por tanto se complica el proceso de sustitución de la desadaptativa. Los niños con rabietas reciben mucho refuerzo a las conductas desadaptativas: no grites, no llores, no insultes y muy poco a las adaptativas: que bien cuando estás así tranquilo, me gusta que pidas las cosas con ese tono de voz por lo que la aparición de estas últimas disminuye o incluso desaparece. Esto hace que, la incorporación en el repertorio de conductas del niño tarde más

• Advertir a los padres que en el inicio de aplicación de la técnica se incrementará la frecuencia, intensidad y variedad de los comportamientos disruptivos. Suelen aparecer conductas más agresivas de las utilizadas hasta ese momento y solo si se aplica la extinción hasta conseguir el objetivo propuesto es válida la intervención. A partir de este primer momento comienza la disminución de la frecuencia, intensidad y duración de la conducta problema.

Una vez se decide intervenir con la técnica de la extinción han de ser constantes o se pueden producir los efectos contrarios, puesto que supondría reforzar de manera intermitente. El niño aprenderá que basta subir la intensidad de sus conductas disruptivas para ser atendido.

• Hacer aparecer el refuerzo siempre que aparezcan conductas alternativas y hacerlo combinado con la extinción la hace más eficaz. Si además la conducta alternativa es incompatible con la desadaptativa es más eficaz para conseguir el objetivo. Pedir lo que quiero tranquilo (alternativa a reforzar) es incompatible con exigir a gritos (a extinguir).

• Suele producirse la “recuperación espontánea de la conducta” extinguida, teniendo que volver a aplicar la técnica para su disminución/desaparición en la frecuencia de la conducta. La “recuperación espontánea” exige para su extinción de la aplicación exhaustiva del protocolo de actuación explicado en el punto anterior y su desaparición es mucho más rápida que en el inicio del proceso.

 • Cuando la conducta sea peligrosa para el niño (definir peligro con los padres) se retirará al niño de dicha situación, una vez desaparecido el peligro seguir aplicando el protocolo de actuación. Por ejemplo: Los niños durante el tiempo de extinción pueden coger instrumentos punzantes retirárselos tranquilamente y ponerlos fuera de su alcance será suficiente para poder seguir aplicando el protocolo de actuación.


Como dar una Orden:


1.      En un leguaje claro, con tono firme y convincente. Evitar los matices de suplica.

2.      Hacer respiraciones sucesivas para bajar los niveles de ansiedad.

3.      Hacer una pausa después de dar una orden, con objeto de asegurarme de si la orden ha sido comprendida.

4.      Dar la orden acercándome al niño y mirándolo a la cara.

5.      Ofrecerle comportamientos alternativos y dejarle claro que no haré lo que él quiere.

6.      Aprender a atender a lo que estoy haciendo ignorando la “rabieta” y reforzando las disminuciones en intensidad de la misma.


Reforzar los comportamientos positivos:

“Técnica pilla a tus hijos haciendo algo bien y díselo con un beso”.


Establecer el momento especial de cada uno con su madre:

-          Aumentar el tiempo que madre e hijo disfrutan juntos.

-          Reforzar la conducta adecuada y alternativa a las rabietas.


CONCLUSIONES

·        La extinción como técnica se muestra eficaz tanto el entrenamiento en tolerancia a la frustración como la disminución y/o control de las conductas impulsivas en edades tempranas.

·        La disminución de conductas disruptivas tiene que ir acompañada del aprendizaje de conductas alternativas que incorporar al repertorio de respuestas del niño y que se consigue cuando los padres las refuerzan.

·        La atención parental se muestra como el mejor refuerzo de las conductas del niño. Tanto para la desaparición de las disruptivas como para la aparición y mantenimiento de las adaptativas.

·        El entrenamiento de los padres en el manejo de operantes aumenta las posibilidades de generalización de la conducta adaptativa del niño.














miércoles, 22 de marzo de 2017

TERAPIA DE INTERACIÓN FAMILIAR


Los padres deberían adquirir una competencia general, en cuanto al manejo de contingencias, para analizar y dar respuesta a los problemas de conducta de sus hijos.

En la evolución histórica de la psicoterapia infantil, se ha pasado de realizar el trabajo sólo con los niños y en el contexto artificial de la clínica, lo que parecía mostrar una escasa eficacia, al entrenamiento de padres como alternativa terapéutica para el tratamiento de los problemas de conducta de los niños.

Este cambio viene respaldado por: a) la posición ambientalista de los enfoques conductuales, unido al hecho de que generalmente son los padres de los sujetos quienes cuentan con una mayor probabilidad de ejercer un control directo e inmediato sobre las contingencias de refuerzo responsables de la génesis, desarrollo y/o mantenimiento de la mayor parte del comportamiento problemático de los hijos.; b) el interés por diseñar intervenciones replicables y fácilmente aplicables por paraprofesionales c) incremento progresivo de la confianza en las respuestas de autocontrol como medio para cambiar el comportamiento.

En la actualidad la psicología conductual comunitaria, más que resolver los problemas manifestados por los niños se encarga de entrenar a los padres para desempeñar total o parcialmente ese papel, dado que se supone que los padres que  conozcan los principios del aprendizaje social y que hayan sido capaces de modificar con éxito alguna conducta específica durante el periodo de entrenamiento, también serán capaces de diseñar programas eficaces para modificar conductas problemas que aparezcan en el futuro.



La intervención familiar se define como un proceso terapéutico que ayuda a modificar el malestar psicológico de los individuos poniendo como objetivo sus relaciones interpersonales dentro de la familia.

A continuación expongo algunas de las estrategias que estos programas aportan, el rango de edad en el que se suelen utilizar y su aplicación.


TIPO DE ESTRATEGIA
DESCRIPCIÓN
EDAD RECOMENDADA
APLICACIONES
Pasando tiempo de calidad en compañía de los hijos
Implica pasar frecuentes períodos de tiempo ininterrumpido (de 30 segundos a 3 minutos) inmersos en la actividad preferida por el niño.
Todas las edades
Transmite interés y cariño hacia el niño; proporciona oportunidades para que el niño cuente cosas de sí mismo (autorrevelación) y practique las habilidades de conversación.
Fomentar la conducta deseable.
Proporcionar atención positiva contingente después de comportamientos prosociales o de otras conductas apropiadas.
Todas las edades
Hablar con un tono de voz agradable, jugar de forma cooperadora, compartir, leer, estar de acuerdo.
Dar gran cantidad de afecto físico.
Proporcionar atención positiva contingente después de comportamientos prosociales o de otras conductas apropiadas.
Todas las edades
Abrazar, tocar, apretar, hacer cosquillas, coger en brazos besar, hacer mimos.
Conversar con los niños.
Breves conversaciones con los hijos sobre una actividad o interés del niño.
Todas las edades.
Habilidades sociales, conversacionales y de vocabulario.
Utilización del aprendizaje incidental.
Emplear una serie de incitaciones graduadas para responder a las interacciones habladas iniciadas por el niño.
Todas las edades
Balbuceos del lenguaje, solución de problemas, capacidad cognitiva.
Plantear un buen ejemplo por medio del modelado.
Proporcionar al niño una demostración de la conducta deseable por medio del empleo del modelado parental.
Todas las edades
Habilidades sociales, habilidades de autoayuda, habilidades de autocontrol.
Fomento de la independencia por medio de “pregunta, dilo, hazlo”.

Utilización de incitaciones verbales, gestuales y manuales para enseñar a los niños habilidades de cuidado de ellos mismos.
De 3 a 12 años
Habilidades del cuidado de sí mismo (limpiarse los dientes, hacer la cama, ordenar las cosas).
Proporcionar actividades para que los niños se impliquen en ellas.
Implica arreglar el ambiente social y físico del niño con personas, objetos, materiales y juguetes apropiados a la edad.
Todas las edades.
Juegos de mesa, papel, pinturas, lápices, cintas de audio, libros, juguetes de construcción, balones, etc.
Establecer reglas básicas claras.
Negociar por adelantado un conjunto de reglas justas, específicas y aceptables que se apliquen en situaciones concretas.
De 3 a 12 años.
Ver la televisión, salir de compras, visitar familiares, salir en coche.
Discusión dirigida.
Identificar la conducta problema, identificar una alternativa y ensayar la conducta correcta contingente a la situación en que se rompen las reglas.
De 3 a 12 años.
Dejar la mochila escolar en el suelo de la cocina, dejar la mesa desordenada, pasear por la casa con las botas llenas de barro.
Gráficos de buena conducta.
Proporcionar atención social y recompensas contingentes con la realización de la conducta deseada (o la ausencia de conducta indeseada)
De 2 a 12 años
Hacer las tareas para casa, no decir tacos, ni mentir, ni robar, ni tener pataletas, jugar de forma cooperadora, hablar tranquilamente cuando se piden cosas.
Consecuencias lógicas
Proporcionar una consecuencia específica que implique, bien la retirada de una actividad al niño o bien la retirada del niño de una actividad.
De 2 a 12 años
Dejar la bicicleta en medio de la calle, juguetes en medio del pasillo, pelearse por ver programas de televisión.
Tiempo de calma.
Implica colocar a un niño en una silla en el mismo ambiente que otros miembros de la familia durante un período de tiempo específico de forma contingente a una conducta problema.
De 18 meses a 10 años.
Comportamiento agresivo, pataletas graves.
Tiempo fuera.
Colocar a un niño en un área que esté apartada de los otros miembros de la familia durante un período de tiempo específico de forma contingente con una conducta problema.
De 2 a 12 años.
Chillar, explosión de genio, lloriquear, exigir, golpear, desobediencia.
Ignorar de manera planificada.
Retirada de la atención mientras continúen problemas pequeños de conducta.
De 1 a 7 años
Contestar, protestar después de una consecuencia, llorar y gritar.
Actividades planificadas
Proporcionar actividades que les tengan ocupados en situaciones específicas de alto riesgo.
Todas las edades.
Situaciones conflictivas fuera de casa (por ejemplo, ir de compras, ir de visitas, viajar en un coche, en un autobús, en un tren.

Con esta capacitación conseguiremos que los padres sean capaces de:
- Reforzar el comportamiento infantil adecuado.
- Analizar funcionalmente el comportamiento infantil y parental.
- Diferenciar comportamientos infantiles inadecuados por déficit y por exceso.
- Actuar ante los comportamientos inadecuados por déficit: enseñar, reforzar, hacer junto con el niño.
- Ignorar el comportamiento inapropiado por exceso que esté mantenido por la atención parental (excepto aquellos que sean peligrosos o destructivos): a) no mirar al niño no reírse, no fruncir la frente, etc; b) quedarse en silencio; c) ignorar todas las veces; d) saber que el comportamiento podrá ser más frecuente al principio.
- Proporcionar consecuencias aversivas adecuadas al comportamiento infantil inapropiado que no esté siendo mantenido por la atención parental.
- No criticar al niño.
- Aplicar procedimientos de solución de problemas.



Conocer los principios del aprendizaje social es el comienzo para prevenir  las conductas problemas  en nuestros hijos en el futuro.