El dominio de los dos componentes básicos de la lectura, fluidez lectora y comprensión de textos, facilita los logros escolares y la motivación por aprender. Por el contrario, cuando el alumnado no domina las destrezas básicas referidas a la fluidez lectora, los textos más simples se vuelven complicados y difíciles de comprender, ello produce desmotivación e intensifica el desinterés que conduce al abandono de la lectura.
La lectura no es solamente traducir un código impreso, requiere de muchas y variadas habilidades como, descifrar palabras desconocidas, leer entre líneas, predecir lo que es probable que suceda, reconocer diferentes tipos de lectura, relatar con nuestras propias palabras lo leído, identificar distintos puntos de vista, comprender la idea principal, usar la imaginación, distinguir los libros que nos gustan, etc.
Leer es extremadamente complicado, pues supone distintos niveles de procesamiento de la información.
Disponemos de dos vías para acceder al significado de las palabras escritas, la ruta fonológica, por la que podemos leer palabras tanto conocidas como desconocidas, pero no las palabras regulares, y la ruta visual, por la que leemos todas las palabras regulares como irregulares, pero no las desconocidas ni las pseudopalabras. La ruta fonológica es más lenta que la visual, ambas rutas funcionan conjuntamente pero el resultado final viene determinado prioritariamente por una de ellas.
Para llegar a entender el mensaje presente en un texto escrito, la persona lectora tiene que determinar cómo están relacionadas entre sí las palabras. La falta de comprensión lectora se produce cuando existen deficiencias sintácticas o semánticas, en alumnos procedentes de ambientes desfavorecidos, acostumbrados a frases de estructuras muy simples y dotadas de unos esquemas de conocimiento muy pobres. Algunos problemas de comprensión vienen por una dificultad en el procesamiento de palabras funcionales como nexos y determinantes, o por la dificultad de entender las relaciones entre elementos demostrativos o posesivos , pronombres personales y las palabras a las que aluden, y el uso de los signos de puntuación.
La comprensión lectora es un producto interactivo del propio texto, de los esquemas del lector y del contexto lingüístico y extralingüístico. Por lo que el último de los procesos será, realizar inferencias y extraer el significado del texto para integrarlo en los esquemas cognitivos del lector.
Teniendo en cuenta la importancia que la fluidez y comprensión lectora tienen en el buen desempeño académico y por consiguiente en la motivación del alumno hacia los estudios, es muy importante conocer la destreza lectora del alumno para el abordaje de su trabajo diario. Para ello, existen pruebas con altos niveles de validez y fiabilidad que miden los índices anteriormente mencionados y posibilitan el diagnóstico para una intervención eficaz y temprana.
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